Era una fórmula alimenticia que venía en una caja de 20 cápsulas hecha para niños y adultos mayores que se llamaba Avena-Cacao Fullié.
“El alimento indispensable para niños, ancianos y enfermos” era el eslogan de Avena-Cacao Fullié, una bebida elaborada con avena y cacao de Chuao y Ocumare de chocolates La India, marca de chocolate famosa por su tableta para taza.
Considerado uno de sus productos estrellas, esta fórmula alimenticia, producida por la empresa venezolana de origen suizo, Fullié & Cía, era promocionada en los diarios de principios del siglo XX, donde se daban a conocer todos sus beneficios.
“Es el mejor alimento para sanos y enfermos y un seguro preservativo contra las afecciones del estómago y del intestino, tan frecuentes y fatales en estos países tropicales. Es un producto cuidadosamente elaborado por medio de procedimientos científicos y que por su afortunada combinación de la flor de avena con nuestro gran acreditado cacao de Chuao y Ocumare ha dado los mejores resultados como un alimento sano y completo lo que certifican las recomendaciones de los mejores médicos de Caracas”, explicaba en una de sus tantas publicidades aparecidas en el Cojo Ilustrado.

La Avena-Cacao se vendía en cajitas de 20 cápsulas, que resultaban en 20 tazas grandes de esta bebida, y entre sus beneficios, explicaba la empresa que era un alimento completo de fácil digestión para todas las edades, recomendado por “los primeros facultativos de Europa y de Las Américas en la alimentación natural de los niños, nutrición de los convalecientes, en el raquitismo y en la anemia, embarazos y dentición y en las diarreas y afecciones intestinales”.
Chocolates La India
Por décadas, el chocolate para taza que se tomaba en Venezuela era de la fábrica de Chocolate La India, considerada por más de un siglo uno de los mejores del país y el mundo. Su receta era suiza y su ingrediente principal: el cacao venezolano.
Fundada en 1861 por los hermanos suizos Fullié, esta planta de chocolate que tuvo varias sedes en Caracas contó desde sus comienzos con modernas máquinas que le daban al chocolate una consistencia más fina y mejor sabor, sustituyendo con su presencia la forma tradicional como se presentaba el chocolate, en bola hecho de cacao molido grueso.




Fueron varios los premios nacionales e internacionales que Chocolate La India, que también exportaba sus productos, obtuvo por años.
En 1913 suma a su línea de producción bombones que bautizaron Duncan, cacao y chocolate en polvo soluble, el cual recomendaban “para todas las personas débiles de estómago y las que debido a la grasa que contienen, no pueden digerir el chocolate en tablas”.
Otro atractivo de esta fábrica de los hermanos Fullié es que poseía una cafetería en Caracas, situada entre las esquinas De Gradilla a Sociedad, y un salón de Señoras, en la que se tomaba chocolate caliente en taza preparado con la receta suiza y francesa.