El Toronto es el bombón más famoso de Venezuela

Toronto

En Puro Chocolate te contamos cómo tres inmigrantes austríacos y uno polaco crearon la receta de uno de los bombones más vendidos dentro de nuestro país y que más nos identifica en todo el mundo como venezolanos: el Toronto.

A veces las casualidades pueden deparar cosas muy buenas, y así es como comienza la historia de uno de los bombones más famosos de Venezuela: el Toronto.

La casualidad de que sus creadores decidieran emigrar a Venezuela a comienzos de la década del cuarenta, en plena segunda Guerra Mundial, hizo que juntos lograran una de las recetas de bombones más difíciles de crear, pero tan rica que ha perdurado durante más 70 años, la del Toronto.

Sus creadores, el polaco Ernst Weitz y los hermanos austríacos Rodolfo, Roberto y Fernando Beer, que aunque se conocían de haber trabajado juntos en Viena, en la fábrica de licores Casali, no viajaron al mismo tiempo a Venezuela, ni planearon hacerlo.

Una publicidad de 1952 en un medio impreso venezolano de la Pastelería La Vienesa. @perezeliezer

Huyendo de los nazis, Weitz emigró a nuestro país para trabajar en Maracaibo, estado Zulia, pero pronto viaja a Caracas para reencontrarse con los hermanos Beer, quienes, para su sorpresa, llegaron al país huyendo también de la guerra y deciden montar, por sus conocimientos en pastelería y bombonería, una tienda en Sabana Grande de productos de este tipo que llamaron La Vienesa.

Weitz era confitero industrial y con sus antiguos jefes (los hermanos Beer), con quienes vuelve a trabajar en la pastelería La Vienesa, hace parte del equipo fundador de una de las chocolaterías más importantes del país, Savoy.

Así se hizo el Toronto

El trabajo de este inmigrante polaco en el área de la producción de alimentos se centraba en desarrollar maquinarias, procesos, manejar temperaturas y empaques, resolver problemas y convertirlos en productos de consumo masivo, tal cual como contó en una entrevista concedida en 2014 a la periodista Zinnia Martínez a los 90 años de edad.

Ernst Weitz. Foto tomada de la entrevista hecha por la periodista Zinnia Martínez a la Revista Bienmesabe.

En Caracas, los hermanos Beer se asocian en 1941 con John Miller, un venezolano que trabajaba en la producción de chocolate, quien trae de Escocia maquinaria especializada para la elaboración de este. Registran la compañía Savoy Candy Compañía Anónima y su primer producto, una barra de chocolate con leche, lo llaman Savoy.

Ocho años después, en 1949, la compañía crea nuevos productos con la ayuda de Weits, entre ellos, el Toronto.

En este proceso de creación, Weits se encargó de lo que sabía y más gustaba, que era hacer el método para que ese bombón quedara como lo conocemos en la actualidad, y para eso, entre ensayo y error, logró darle a esa avellana tres cubiertas. La primera, la de chocolate blando con pasta de avellana; la segunda, solo de chocolate; y, la tercera, de brillo pulido.

En la única entrevista que se puede conseguir en Internet de Weits, cuenta que la primera cobertura del Toronto fue muy dificultosa para trabajar, pero que una vez que estuvo desarrollado el proceso y la maquinaria para la elaboración del Toronto, todo se tornó muy fácil.

No obstante, para llegar al resultado final, confiesa, “no fue tan sencillo», y, agrega, que en este tipo de procesos «nunca lo es”.

Un bombón de amor

Este bombón de chocolate, que la transnacional Nestlé se quedó con la compra de la compañía Savoy a finales de la década del ochenta, se relaciona con momentos especiales en la vida del venezolano vinculados con el el amor, la familia, y la amistad.

Los comerciales más famosos de esta marca de bombones refuerzan esta estrategia de mercadeo, como la cuña donde aparece una modelo vestida como la actriz de la película La chica de rojo, el amor platónico de un empresario que casualmente se la consigue en la calle durante una grabación.

Así como la de un joven cupido que en medio de su discurso sobre el amor explica que la mejor forma de expresarlo es regalando un toronto.

Venezolanos en el país y en todo el mundo reconocen al Toronto como una tradición de Venezuela, tal cual lo son platos como la hallaca y el pabellón; paisajes como el Ávila o el Salto Ángel; o ritmos musicales como el tambor o el joropo.

La bloguera venezolana Angélica Berríos, residenciada en Puerto Rico, en su intento por tener más cerca a los torontos y hacerlos llegar a más venezolanos que viven en otros países del mundo, publicó en su blog https://www.bizcochosysancochos.com/ una receta casera de este bombón que llamó bombones de chocolate y avellana, que puedes encontrar en ese link y que son muy fáciles de preparar.

Bombones de chocolate y avellana o torontos caseros del blog Bizcochos y Sancochos.

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